martes, 1 de julio de 2003

CORDERO Y LA JUSTICIA.

Publicado en Trabajo y Utopía Nº 30
CORDERO Y LA JUSTICIA.
La supuesta consumación del delito por el cual fue denunciado desde la sociedad civil, lo había cometido en setiembre del 2001, al realizar declaraciones al semanario Búsqueda. La denuncia fue presentada ante la justicia el 22 de noviembre del mismo año y 11 días después, el juez procedió a citar la primera audiencia. Se trata de un delito de los llamados “de prensa” que en teoría deberían tener un rápido diligenciamiento. Por esa razón no habían pasado .11 días y ya estaba determinada la instancia judicial, en la que a la luz de las pruebas, el juez determinaría si el autor de las citadas declaraciones, Manuel Cordero, había incurrido en delito de “apología de hechos delictivos”.
No se trataba, muy a nuestro pesar, que Manuel Cordero fuera juzgado por lo que había hecho, sino sólo por decir que estaba bien que se hiciera, lo que él hizo: torturar, desaparecer, asesinar, robar, violar, etc.
Sin embargo a partir del 3 de diciembre de 2001, fecha en que “faltó con aviso”, Manuel Cordero no ha limitado su imaginación para encontrar excusas y no comparecer ante una sede penal en carácter de “indagado”.
Manuel Cordero se creyó - que la agachada del sistema político uruguayo del año 1986 cuando aprobó una ley para evitar que los militares convocados por jueces penales no fueran, sin que eso pusiera en ridículo a la democracia recién parida luego de 11 años de dictadura -, era para siempre y para todo.
¿SOMOS TODOS IGUALES ANTE LA LEY?
Lo que se planteó ante este caso, ya no era si los dichos de Cordero, encajaban dentro de alguna figura delictiva y era declarado culpable. Estaba planteado si todos ERAMOS IGUALES ANTE LA LEY.
Si Cordero era igual que el dirigente de FUCVAM que recientemente fue por declaraciones contra el Presidente de la República.
Todos sabemos que Manuel Cordero no tiene inconvenientes en concurrir a los juzgados: se dedica actualmente a realizar la procuración para un estudio jurídico. No quiere ir como indagado. No quiere que un juez analice lo que él hace de acuerdo a las leyes. Cómo lo va a permitir, él que fue dueño de vidas, él que era dueño de que cualquier ser humano existiera o desapareciera, haciendo que esas desapariciones, sí fueran para siempre.
Cordero, Gavazzo y toda la patota de violadores de la Constituciones que implantaron el terrorismo de Estado, pretenden estar por sobre Ud, y por sobre las leyes que todos nos dimos para vivir en democracia.
Pero en realidad, esta nota, tenía otro objetivo. Quien recientemente fuera nombrado Secretario de Derechos Humanos en la Argentina del Presidente Kirchner, el Dr. Eduardo Luis Duhalde, un conocido abogado defensor de los DD.HH, Consultor de Naciones Unidas y juez de Cámara de los Tribunales Orales de la Ciudad de Buenos Aires, escribió un libro titulado “EL ESTADO TERRORISTA ARGENTINO”.
En este libro Duhalde a propósito del Estado terrorista y su faz clandestina escribe: “Así este modelo especifico, como un Jano bibronte, se asienta en un doble campo de actuación en el que el terrorismo de Estado adquiere formas clandestinas estructurales, permanentes y propias de las funciones de los órganos coercitivos estatales como expresión paralela y complementada de la actividad del Estado totalitario que emerge como expresión superestructura! pública. Se trata de institucionalizar con carácter permanente las formas más aberrantes de la actividad represiva ilegal, capaz de sobrevivir en sus elementos constitutivos ilegítimos más allá de la propia vida del régimen que le implantara”
Pongamos atención a la última parte de lo trascrito.
Días antes de la audiencia, en el diario Últimas Noticias, se publicó la ficha de trabajo en el Ministerio del Interior entre los años 1975 y 1980, del actual magistrado a cargo de la causa contra Cordero y declaraciones que le atribuían al citado magistrado una actuación de colaboración con la actividad “ilegal” del régimen existente en aquellos tiempos.
No nos cabe duda, que ese hecho, más allá de constituir un elemento de presión sobre la actuación de un juez, es la supervivencia de las formas de actuación de Cordero, en un régimen que supuestamente murió.
Pero también significa otra cosa mucho más grave, o tan grave como esa. La información que publica Ultimas Noticias es similar a la que se publicó contra la fiscal Mirtha Guinze, en el marco de las presiones a favor de Juan Carlos Blanco.
Es discutible, al menos en el caso de la información relativa a la Fiscal Guianze, si esa información puede existir en manos del Estado (los Ser vicios de Inteligencia, suponemos). Pero lo que es peligroso y propio de un Estado es que información que solo puede existir en manos del Estado, sea usada para esos fines intimidatorios. Y más grave aún, es que esa información que sólo podría estar en manos del Estado, esté en manos de particulares.
El Estado o particulares que se apropiaron de información que logró el Estado terrorista, no tiene información sobre los desaparecidos o si la tiene no la hace pública. El Presidente Batlle en un informe, el de la Comisión para la Paz, admite que el Estado dictatorial cometió determinados delitos y para proteger a sus autores, no da la información que pudiera identificarlos. Sin embargo permite, que esos mismos delincuentes, manejen información para apoyar sus fines actuales.
¿CUANDO RENDIRA CUENTAS?
Fue un doble triste espectáculo el que vio la ciudadanía el día de la audiencia. El espectáculo de que la audiencia no se realizara, de que ni el juez ni el fiscal, concurrieran a la sede penal. En la baranda del juzgado, Cordero debió saber que había logrado por enésima vez, no entrar a la sala de audiencias y comparecer ante un Juez.
El otro espectáculo, comenzó cuando llegó Cordero a la sede penal de la calle Misiones tratando de pasar desapercibido y fue identificado por un periodista. Se refugió en el estudio de dos conocidos abogados, el de Juan Carlos Blanco y el hijo de Pacheco Areco. Su salida para entrar al juzgado, tapándose la cara, su salida posterior y su nuevo pedido de asilo en el estudio de los abogados nombrados. Su negativa a salir, hasta que la prensa no se fuera, y como no se fue, su bochornosa salida, como un ladronzuelo de poca monta.
Ese fue el hecho que motivó una profusa, cobertura de prensa. El propio Cordero y su acompañante, argumentaron su silencio ante los periodistas, diciendo que precisamente por hablar, le pasaba eso: ir a un juzgado. ¿Y por lo que hizo, Cordero, cuándo rendirá cuentas?

hijo de Pacheco Areco. Su salida para entrar al juzgado, tapándose la cara, su salida posterior y su nuevo pedi do de asilo en el estudio de los abo gados nombrados. Su negativa a sa lir, hasta quela prensa no se fuera,y
¿CUÁNDO RENDIRÁ CUENTAS?

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