jueves, 4 de mayo de 2000

ARRIBA LOS QUE LUCHAN!

Publicado en La República 4/05/00
No es de estilo usar una columna periodística, para saludarte en el día en que cumplís años. ¿69 años, verdad? Cómo pasa el tiempo!
Pero tu vida (y no puedo decir tu muerte, carajo), no fue del “estilo” de mucha gente, fuiste un transgresor. Perdón, sos un transgresor, aún hoy.
Cuando te desaparecieron, no imaginó Gavazzo, ni Silveira, ni Cordero, ni Campos Hermida, ni nadie de la patota criminal, que 24 años después seguirías cumpliendo años. Tus transgresiones hacen que al almanaque de los años no lo hayan podido detener, cuando te desaparecieron. Diríamos que técnicamente, jurídicamente no estás muerto, y por ello es legítimo y no es de mal gusto, que hoy nos juntemos con Marta, con Daniel, y otros compañeros, para recordar que cumplís un nuevo año.
Claro que no estaremos todos, Raúl quiso dejar de cumplir años; Mauricio, dejó de cumplir años sin quererlo y tampoco estará el “Loco” y los que aún no les hemos parado el calendario y siguen cumpliendo años, se siguen volviendo viejos, pero no están, como vos. No podrá estar María Elena, que envejeció buscándote. Y me pregunto Gerardo, y te lo pregunto para que desde ese catre en que te fotografió Gavazzo, te levantes y me contestes, ¿el querer que no seas un desaparecido, no es querer que estés muerto? Perdoná, pero esta idiotez, podés contestarla sin levantarte.
Mejor no me respondas. No quiero esa respuesta, no quiero que me hables desde ese patrimonio mortífero, de desaparición, de muerte, de sufrimientos y desgarramientos que superan la capacidad del lenguaje. Queremos sentirte desde ese silencio que surge de esa fotografía en la que estás en Orletti, donde parece que no hay nada que decir y que sin embargo dice tantas cosas. Es desde esa desaparición, desde esas fronteras en que se acaba el lenguaje, y que sin embargo tiene una elocuencia que nos convoca, que hoy queremos sentirte.
Dicen que el terror puede servir para muchas cosas, pero no sirve para pensar. Sin embargo desde ese lugar que sin duda simboliza el terror, tu mirada serena, como siempre, nos convoca al desafío de pensar.
Pero los cumpleaños, y hoy - lo vuelvo a repetir -, cumplís 69 años, no se hacen para pensar mucho, ni para derramar lágrimas de cocodrilo. Con la irreverencia que nos legaron años de militancia anarquista, nos reiremos de las invocaciones al olvido y al perdón, y de las razones del Estado explotador. ¿Te pidieron autorización para perdonar en nombre tuyo? Porque es muy fácil esto de perdonar en nombre de otro.
Hay quienes no quieren reclamar Justicia. Dicen algunos que esta es una justicia burguesa. Otros, han renunciado estrepitosamente a ella. Sin embargo la emergencia de la Justicia implica entre otras cosas un problema de igualdad, y esa idea nos es aún tan cara en nuestras utopías.
Siempre fuiste un justiciero, y aún lo sos desde esa particular ausencia. Esa fue la ética que nos enseñaste, la de determinadas ideas generales que debíamos tener siempre en cuenta para aplicarlas en todas las situaciones particulares.
También nos enseñaste lo que es tener una moral revolucionaria y qué ejemplo nos dejaste de cómo ella debe ser aplicada en toda circunstancia (secuestrado), en todo tiempo (1976), en todo lugar (Orletti)!
Sé que cada día cuesta más trabajo, pero busco encontrar cada día en los que marchan los 1º de mayo, en los que organizan sindicatos, en los que sienten aún la capacidad de indignarse ante las injusticias, ese mensaje al que aludo en el título: ¡ARRIBA LOS QUE LUCHAN!
Hoy que cumplís 69 años, con la sabiduría que sin duda acumulamos desde la última vez que nos vimos, espero que me lo vuelvas a afirmar. Sé que así recibiré el acostumbrado regalo, que debería hacértelo a vos. Pero así están las cosas, algo confusas y entreveradas.
Gerardo Francisco Gatti Antuña nació un día como hoy de 1931, casado con Marta Casal, padre de tres hijos, Daniel, Gabriel y Adriana. Esta última fue asesinada en Argentina el 8/4/77. Su sobrino Simón Antonio, el hijo de Mauricio y Sara Méndez, fue secuestrado en Buenos Aires, cuando tenía veinte días y aún continúa desaparecido. Fue fundador de la CNT y formó parte de su primer secretariado; fue dirigente de la ROE, la FAU y del Partido por la Victoria del Pueblo. Fue secuestrado el 9/6/76 por militares argentinos y uruguayos en Buenos Aires y aún continúa desaparecido.