domingo, 7 de septiembre de 2008

EL CUMPLEAÑOS DE ELENA QUINTEROS

“Vive como si fueras a morir mañana
y lucha como si fueras a vivir siempre”.
Ernesto “Ché” Guevara
El 9 de setiembre del 2008, Elena hubiera cumplido 63 años. Al igual que cualquier ser humano, durante su vida, ese día, sumó un año a su vida. Eso hizo Elena, durante 30 años. Los primeros junto a su madre y su padre en el barrio obrero de Jacinto Vera. Otros, después, con sus compañeras del colegio de las “Dominicas”. Luego, junto a algunos de sus compañeros de magisterio. Ya en los años convulsionados de los 60, junto a sus compañeros de la Resistencia Obrero-Estudiantil y la FAU. Luego, junto a los compañeros del Partido por la Victoria del Pueblo.
Algunos de esos aniversarios, trascurrieron en momentos muy especiales para Elena. Sus 25 años los cumplió en la cárcel de Cabildo. Y de creerle a las “verdades posibles” de la Comisión para la Paz, sus 31 años la encontró aún con vida en el Batallón 13 de Infantería.
Allí posiblemente, se le puso fin al transcurso de su tiempo y fue su último cumpleaños. En ese lugar Elena sufrió y resistió, porque aún allí era posible seguir resistiendo y seguir peleando.
Si esa parte de la “verdad posible” referida a la ejecución de Elena en los primeros días de noviembre de 1976, fuera cierta, probablemente “la Parda” se reencontró con la veintena de sus compañeros del pvp trasladados en el segundo vuelo y juntos fueron ejecutados cobardemente por la dictadura.
Para Elena, los años no pasan, se pasea aun con su sonrisa fresca o su seriedad respetuosa en los carteles que Tota ya no puede portar por las calles de este Montevideo, pero que, como solía decir el “Loco” Duarte, hoy levantan “manos amigas y brazos compañeros”.
Desde aquel 26 de junio y más precisamente desde su intento de conquistar la libertad del 28 de junio en la embajada de Venezuela, Elena sigue resistiendo.
Pero esta vez, Elena festejara su cumpleaños de la forma que seguramente nunca soñó: en un barrio de gente humilde y trabajadora, una Escuela de Primer Grado pasara a denominarse “Maestra Elena Quinteros”. En un barrio, que antaño supo albergar grandes industrias y que supo también de la presencia de una generación de jóvenes, que como Elena, bajo la influencia del Sindicato de FUNSA enfrentaban el autoritarismo creciente de aquellos años. La Escuela Nº 181, tendrá el privilegio de ser la segunda escuela en el Uruguay que lleva el nombre de un maestro desaparecido[1].
Con esa decisión que partió del propio barrio, que las autoridades de Primaria hicieron suya, y que finalmente el Senado de la República transformó en Ley el 13 de mayo del 2008, se hace honor a quien fuera un ejemplo de resistencia a la dictadura.
En la exposición de motivos de la ley que fuera aprobada por unanimidad por la Cámara alta, se expresa:” Esta mujer, maestra, Elena Cándida Quinteros Almeida, la detenida 2537 en el Batallón Nº 13, nuestra detenida desaparecida, no era una ingenua. Peleó por una sociedad justa, humana, donde cada uno de nosotros nos pudiéramos mirar cara a cara todos los días desde las diferentes miradas, desde la diversidad que tenemos, construyendo salidas para la pública felicidad.
Peleó como militante política, como militante sindical, y PELEÓ COMO MAESTRA; porque sabía muy bien que desde la escuela había mucho que hacer por el hombre, por el niño, por el futuro.
Hoy, en muchas escuelas, muchas Elenas anónimas dan la misma lucha que ella, por la igualdad, por las oportunidades, por la esperanza, por el otro. Parece justo, y a tiempo, que una escuela lleve su nombre”[2].
Por su parte el Discurso pronunciado en esa oportunidad por la Directora de la Escuela, Maria Cristina dos Santos de los Santos, entre otros conceptos, expresaba: “… la gente, muchas madres, abuelas, tías, querían darle un nombre a esta Escuela, que porfiada seguía educando a sus niños y niñas… Una madre alzó la voz: Nombre de Maestra tiene que llevar, de Maestra sí, por la dignidad que esta profesión encierra, por el compromiso que con la sociedad tiene… Nombre de Maestra tiene que ser “Maestra. Elena Quinteros” se decidió… Y en el verano del 2006, con el calor de los días y el calor de la gente, se golpean puertas para juntar firmas, puertas se abren, ventanas se entrecierran, firmas y más firmas se juntan, y en su solicitud exponen: “La valentía y entrega de esta mujer al defender una sociedad más justa y equitativa, honraría a nuestra Escuela” Dos años llevaron los trámites, hasta que un Proyecto parlamentario le otorgó el nombre tan ansiado.Muchas de estas mismas madres y otros padres que se sumaron vistieron de fiesta al local, pintando, buscando sillas, repartiendo tarjetas, juntándose para preparar los recuerdos que hoy llevarán. Las Maestras y los Auxiliares, en su inagotable fuente de trabajo y creatividad, prepararon esta fiesta, que es de los niños y niñas, pero también de todos lo que dejaron su huella para pintar un trozo de historia en esta comunidad.Y estamos aquí reunidos para nominar nuestra querida Escuela y brindar homenaje a esta Maestra, que en otros tiempos, como en el presente lo hacen otras maestras, luchó por construir una sociedad mejor.Hoy, 9 de setiembre, su espíritu alegre, vivaz y gentil nos acompaña. Esta pudo ser la Escuela que albergó su trabajo, el patio donde compartió la merienda con sus alumnos y, por eso, a partir de hoy será para siempre su Escuela.Porque no te fuiste Elena, te sembraste, y terca germinaste en cientos, en miles de mujeres y de niñas que hoy te recuerdan y te homenajean. Y no solo le ponen nombre a su Escuelita, sino que se sienten identificados con tus ideales, están construyendo un mundo nuevo, el mundo que tú soñaste, y desde este pequeño lugar te lo regalan, para que sigas naciendo, para que sigas viviendo… “Por detrás de mi voz, escúchalos, escucha- Elena, que ahora viven en tu mirada”.

De esta forma y con el acompañamiento de cientos de personas, el Estado uruguayo cumplió, aunque tardíamente con el merecido acto de reparación a una de las víctimas del terrorismo de Estado.



[1] El 11 de noviembre de 1987, otra ley había designado a la Escuela Nº 269 de Montevideo, con el nombre de "Maestro Julio Castro.

[2] COMISIÓN DE EDUCACIÓN Y CULTURA, CARPETA Nº 1892 DE 2007. REPARTIDO Nº 1005, JULIO DE 2007. MAESTRA ELENA QUINTEROS, Designación a la Escuela Nº 181 de la ciudad de Montevideo.

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