lunes, 1 de marzo de 1999

DE FABULAS Y DESQUICIOS.

DE FABULAS Y DESQUICIOS.

Publicado en La República.

El diccionario define los calificativos fábula y desquicio, - que mereció por parte del comandante en Jefe del ejercito- las declaraciones del ex soldado Sergio Pintado, como murmuración irrisoria o despreciativa al primero, y exageración, sacada de su natural curso o situación, el segundo.
No es nuestra intención en esta nota poner nuevos calificativos, sino ocuparnos de proporcionar algunas reflexiones y elementos que permitan con menos ligereza que la del General Amado contribuir a separar la paja del trigo.
Si la desprolijidad y los errores de los actuales servidores del Plan Cóndor no hubieran puesto al descubierto el operativo Berrios y ello fuera denunciado por algún militar implicado, no nos cabe la menor duda que las opiniones del comandante en jefe serian igualmente descalificativas.
Cierto es que muchas cosas de las que denuncia el ex soldado Pintado, parecen tener poco asidero. Queremos ser claros, cuando decimos que carecen o tienen poco asidero, solo queremos decir que desde la información con que contamos no encontramos elementos que avalen esa posibilidad.
No queremos que al igual que lo acontecido con la abogada francesa Sophie Thonon, por un error de información se invalide todo el fondo del asunto. Si hay algo que hemos hecho con la mas absoluta prolijidad, es el manejo de la verdad de la información que sobre los crímenes de la dictadura. El día que un gobierno tenga la valentía y el coraje de enfrentar la tutela militar, sin ninguna duda desde las denuncias de los organismos de Derechos Humanos y de las propias victimas encontraran un punto de partida veraz y riguroso.
A partir del conocimiento de las declaraciones de Pintado, quizás por ser un caso bastante conocido y debatido a partir del rompimiento de relaciones con Venezuela que produjo y la investigación realizada en el Ministerio de Relaciones Exteriores por la Dra Flores, la prueba del nueve de dichas denuncias empezaron a operar casi exclusivamente sobre el secuestro y desaparición de Elena Quinteros.
El ex soldado Pintado dice tener 35 años de edad, por lo que resulta poco creíble que contando con 14 años en 1978, revistiera en filas del ejercito, en momentos en que se producen algunos hechos que denuncia.
Sin embargo la referencia a la supuesta ejecución de dos detenidos entre los cuales cree reconocer a Edmundo Sabino DOSSETTI TECHEIRA, es sumamente significativa.
Edmundo DOSSETTI, quien había sido secuestrado en Bs Aires el 21/12/77, en ninguna publicación aparece como trasladado al Uruguay. ¿Nos encontramos ante una fabula?.
En estos últimos tiempos a partir de la información que en forma constante se traslada al juez Baltasar Garzón, hemos tenido la oportunidad de trabajar con mayor detención sobre los testimonios de ex-detenidos sobrevivientes de los distintos lugares de detención y fundamentalmente con aquellos que hacen mención a los uruguayos desaparecidos y justamente en ellos encontramos una mención al posible traslado desde Argentina a Uruguay de 5 uruguayos entre los que se encontraría, justamente, Edmundo Dossetti.

El testimonio de Adriana Chamorro, argentina, detenida el 23 de febrero de 1978, por un grupo armado de civil que se presentó en su domicilio de Capital Federal, y que el 23 de marzo del mismo año, junto con otro grupo de desaparecidos, fueron trasladados a la Brigada de Investigaciones de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, en la localidad de Banfield, Provincia de Buenos Aires, expresa: “En la madrugada siguiente de mi llegada me comuniqué con la celda colindante del sector "B" por la pared del fondo, en la que se encontraba María Asunción Artigas Nilo de Moyano, uruguaya, refugiada de las Naciones Unidas, detenida-desaparecida el 30 de diciembre de 1977, que me informó que estaba embarazada de aproximadamente cuatro meses y que el diagnóstico había sido confirmado por María Antonia Castro de Martínez, uruguaya, médica, secuestrada en el mismo lugar en un calabozo vecino.
En el sector "B" había cuando yo llegue alrededor de 21 personas. Uno de ellos era el marido de María Artigas de Moyano, Alfredo Moyano, argentino, que compartía el calabozo con Andrés Carneiro, uruguayo, estando su calabozo atrás del mío, en diagonal. Hacia los calabozos cercanos a la entrada estaban Aída Sanz y su madre, Elsa Fernández de Sanz, Carolina, esposa de Andrés, Yolanda Casco, Ileana García Ramos de Dossetti y su marido Edmundo Dossetti, Gabriel y otro de apodo Manuel o Cabezón, todos ellos uruguayos. No conozco el nombre de los demás”.
“En Banfield estaba también Mario Martínez, esposo de María Antonia Castro de Martínez, que sufría de asma. Fue trasladado junto con los demás a Quilmes entre abril y mayo, y según me informaron a su vuelta Andrés Carneiro, Alfredo Moyano y María de Moyano, murió en la Brigada de Quilmes a causa de un ataque de asma que no fue atendido”.
“Según me relataron los uruguayos, en su traslado e interrogatorio en Quilmes participaban las mismas fuerzas de seguridad uruguayas que los habían secuestrado”.
“Durante todo este período María Artigas de Moyano me relató en diferentes ocasiones que la mayoría de los uruguayos habían sido torturados durante la primera parte del secuestro y que cinco detenidos al mismo tiempo que ellos, o alrededor de la misma fecha, entre ellos el compañero de Aída Sanz, habían sido trasladados a Uruguay clandestinamente, viaje para el cual ellas fueron obligadas a hacer la comida”.
Por otra parte el testimonio de Eduardo Otilio Corro, argentino, detenido el 23 de febrero de 1978, expresa: “.. 23 de marzo del mismo año, fecha en la que fui trasladado a la Brigada de Investigaciones de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, llamado “el Pozo de Banfield”...”. “ en el sector “B” colindante al mío se encontraban numerosos detenidos desaparecidos de nacionalidad uruguaya entre los que se encontraba una mujer embarazada de nombre María Artigas. El 16 de mayo de 1978 se produce un traslado con destino desconocido de los uruguayos detenidos desaparecidos alojados en el sector "B”, a excepción de las señoras María Asunción Artigas de Moyano e Ileanna Ramos de Dossetti”. “ A los pocos días de llegar a la Brigada de Banfield, tomo conocimiento que en el sector “B” colindante con el mío se encontraban numerosos detenidos-desaparecidos de nacionalidad uruguaya. A raíz de unos cambios de calabozos operados en el sector “B” son alojados en el colindante con el mío, Alfredo Moyano (Fredy), casado con María Asunción Artigas Nilo de Moyano. Moyano me cuenta que su esposa esperaba un hijo para el mes de agosto y que los que allí estaban alojados eran 21, en su mayoría uruguayos. Acababan de ser trasladados por segunda vez de la Brigada de Quilmes a la de Banfield, en la primera fueron interrogados por militares uruguayos llegados con ese fin”. “ Todo este grupo fue trasladado el 15 de mayo, quedando sólo la señora de Moyano e Ileana García Ramos de Dossetti. Esta última fue trasladada también con destino desconocido, a fines de junio de 1978".
Como surge de estos dos testimonios, el traslado de uruguayos desde la Argentina al Uruguay y la participación de militares uruguayos en operaciones conjuntas con argentinas, no se limitan al caso conocido de “Automotoras Orletti”.
¿Cuando el Poder Ejecutivo establece que las denuncias de Pintado Otero se refieren a hechos que caen bajo la Ley 15.848, quiere decir que caduco la pretensión punitiva sobre esos hechos y que como lo establece el art 4to de dicha ley los investigara para dar cuenta a los familiares?.
¿ O nuevamente pondrá en funcionamiento solo los aspectos de una Ley que permite que continúen perpetuandose día a día el delito de desaparición?.
¿El máximo órgano del Poder Judicial ante quienes se deposito estas denuncias, mirará para otro lado ante esta disposición unilateral del Poder Ejecutivo?.
¿ Nuestro canciller seguirá sentado tranquilamente en su cargo de Presidente de la Asamblea Gral de la ONU, mientras su país continua poniendose de espaldas a los convenios internacionales?.
En realidad la ley de caducidad es un desquicio y su articulo 4to, una perfecra fabula.

Raul Olivera
Integrante de la Secretaria de DD.HH del PIT/CNT

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