jueves, 2 de marzo de 2006

FERNANDO MIRANDA

Publicado en Trabajo & Utopía Nº 56

Como se recordara el pasado 2 de diciembre fue encontrado a 20 metros de la cancha de fútbol del Batallón de Infantería Nº 13 los restos completos de un desaparecido. Ese hallazgo, y una pieza ósea que se presume pertenecería a una mujer, encontrado en otro lugar del mismo predio militar puso en tela de juicio las poco creíbles conclusiones que había incluido en su informe final la Comisión para la Paz.
Según el informe final de la citada Comisión no existían restos en el Batallón de la Avenida Instrucciones.
El informe que últimamente había brindado el Ejército al Presidente Vázquez, reconocía que originariamente habían sido allí enterrados algunos desaparecidos y que luego habían sido exhumados y vueltos a enterrar en otra unidad, antes de haber sido incinerados y sus cenizas arrojadas en la zona.
La aparición de esos restos, en principio pusieron en tela de juicio una parte de la última versión oficial del ejército: aquellos desaparecidos que allí habían sido enterrados, no habían sido exhumados y llevados al batallón 14 de Toledo y menos aún, habían sido incinerados.
El Ejército en su informe del 8 de agosto del 2005, había consignado que en el Batallón 13 sólo fueron inhumados los desaparecidos Eduardo Bleier, Juan Manuel Brieba, Carlos Pablo Arévalo, Otermín Montes de Oca, Oscar José Baliñas y Osear Tassino, y se dudaba sobre el destino dado a Luis Eduardo González González.
Sin embargo, los exámenes de ADN practicados al esqueleto hallado el 2 de diciembre indicaron que no se correspondía con los de aquellas personas que según le ejército habían sido inhumados en la citada unidad. Se producía así un descrédito total a la información brindada por el Ejército.
La identidad del cuerpo masculino, de raza blanca y 1,70 metros de altura hallado bajo al bosque de sauces al norte de la cancha de fútbol, se constituyo a fines del año pasado en un misterio que se sumo a las angustias y expectativas de los familiares.
A pesar de que desde 1984 testimonios como el del ex soldado Ariel López Silva, señalaban que en el Batallón 13 habían realizado enterramientos en los años de la dictadura, eso no fue tenido en cuenta por la Comisión para la Paz. El informe final de la Comisión para la Paz, indicaba que todos los enterramientos de los detenidos en el centro de torturas "300 Carlos" fueron inhumados en el Batallón 14.
Ninguno de los dos informes preveía la aparición de un cuerpo en el Batallón 13. Ambos daban como cierta la existencia de una "Operación Zanahoria" en la que los cuerpos fueron exhumados, incinerados y esparcidos en el Río de la Plata, según la Comisión para la Paz y en las inmediaciones del Batallón 14, según el informe del Ejército.
Ninguno de los informes manejaba la eventualidad de que en el Batallón 13 se encontraran restos de Fernando Miranda Pérez, detenido el 30 de noviembre de 1975 y asesinado el 2 de diciembre, como finalmente resultó.
Con relación a la pieza ósea que se presume pertenecía a una mujer, los dos informes también sostenían que tanto Elena Quinteros, María Claudia García de Gelman y Amelia Sanjurgo Casal, fueron enterradas en el Batallón 14. Sin embargo, la falta aún de resultados de los exámenes de ADN lo que dejo planteada una nueva incertidumbre.
La inhumación de una pieza ósea de una mujer, detrás de uno de los arcos de la cancha de fútbol del Batallón 13 de infantería, coincide también con la información brindada hace más de 20 años atrás por el ex soldado López Silva.
Lo cierto es que sobre la existencia de restos de desaparecidos en cementerios clandestinos de unidades militares han existido dos fuentes. Aquellas aportadas a la Comisión para la Paz y al Ejército, y aquella otra aportada en los juzgados penales por personas como López Silva y otros ex militares interesados en echar verdad sobre esa situación. A la luz de los resultados una vez más queda claro que la información aportada por las fuerzas armadas, sólo buscó ubicarse de la mejor manera para seguir ocultando sus crímenes.
Más allá de eso, a Ubagesner Chávez, encontrado en una chacra de Pando donde lo enterraron las fuerzas armadas, lo sigue hoy la aparición de los restos de Fernando Miranda, un Escribano, profesor titular de Derecho Civil de la Facultad de Derecho de la Universidad de la República, integrante del Partido Comunista secuestrado el 30 de noviembre de 1975. Casado, de 56 años y con dos hijos, falleció de un golpe entre el 1 y el 2 de diciembre en el centro clandestino de detención "300 Carlos", durante un feroz interrogatorio bajo torturas.

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