domingo, 15 de septiembre de 2013

UN 1º DE MAYO TAMBIEN CONTRA LA IMPUNIDAD.

UN 1º DE MAYO TAMBIEN CONTRA LA IMPUNIDAD. Raúl Olivera Alfaro. 29/04/2013 Es importante, que como se viene haciendo históricamente, el PITCNT haya incluido en su proclama del día de los trabajadores, también el reclamo de VERDAD, JUSTICIA Y NUNCA MÁS TERRORISMO DE ESTADO. En un movimiento sindical como el PIT/CNT, en el que se acumulan experiencias de diversas generaciones de trabajadores, es muy importante su opinión sobre esta problemática a la que se ha querido confinar fuera de las preocupaciones de la mayoría de la ciudadanía. Muchos de los trabajadores organizados en torno al PIT/CNT, por razones generacionales, no vivieron las experiencias de la lucha contra la dictadura, y en menor medida los desafíos de una transición democrática con impunidad. Sin embargo, levantan sin excepciones junto a las generaciones que vivieron en carne propia las consecuencias del terrorismo de estado, las banderas de Verdad, Justicia y Nunca Más terrorismo de estado. Lo hacen con la modestia de los que viven de su trabajo y la firmeza de quienes se saben continuadores de una cultura obrera que se fraguó en la solidaridad y el sacrificio, No sienten la necesidad de recurrir a su identidad de origen, a su historia – mas allá de no haberla vivido -,para reproducirse hacia un presente que sea garantía de su futuro. Como trabajadores organizados sienten que tienen la obligación- de la misma manera que lo hacen en otros temas- de ubicar adecuadamente la realidad en la que se encuentran y desde allí, captar la individualidad del desafío democrático que tienen planteado hoy y mañana en torno a cómo se resuelven los desafíos del pasado reciente. Resolución que tiene la particularidad, de la existencia de un gobierno progresista al frente del Estado al que sin duda la mayoría de ellos votaron. Al igual que en otros temas, el movimiento sindical ha tenido el valor y la honestidad política de reflexionar sin ataduras, sobre cuáles son los objetivos que se planteó realmente llevar a cabo el gobierno progresista, con relación a la lucha contra la impunidad. Se preguntó, ¿porqué se tardo tanto en llevar a cabo- cuando se pudo y se debió hacerlo mucho antes -, iniciativas que terminan realmente con la impunidad como lo obligaba su programa y las obligaciones internacionales? El movimiento sindical, visualiza con claridad el nuevo escenario que se instalo en el Uruguay a partir de la condena al Estado uruguayo por parte de la Corte IDH. Es conciente que en esa sentencia, se condensó el esfuerzo prolongado de sectores políticos y sociales de la sociedad uruguaya comprometidos en la lucha por Verdad, justicia y el nunca más. Y saben, que esos avances se encuentran amenazados, a partir de un pensamiento retrogrado enquistado en las cúspides del Poder Judicial. Sin minimizar lo que eso significa, sin duda desde las tribunas de este nuevo 1º de mayo, se convocará a continuar sumando esfuerzos para que el resultado de la luchas contra la impunidad, contra la erradicación definitiva y radical de ese pensamiento antidemocrático y retrogrado que desanda los avances dados por la humanidad contra toda manifestación del autoritarismo estatal, siga siendo el resultado colectivo de acumulación del movimiento popular en el largo proceso que se inició hace 40 años –un 27 de junio del 73 -,desafiando a la dictadura. Ese proceso, pese a los avances que sin duda hemos logrado, está aun inconcluso y es un compromiso con las generaciones futuras, concluirlo, cerrarlo con Verdad y Justicia. No nos tiembla la mano el escribir, que la llegada al gobierno de la izquierda, es un elemento importantísimo del nuevo escenario de la lucha contra la impunidad. Tampoco nos debe temblar la mano para concluir, que el cabal cumplimiento de la sentencia de la Corte IDH en el caso Gelman, obligó al gobierno progresista, a asumir un rol no querido por algunos de las fuerzas políticas que lo integran. Eso no es ninguna novedad. Pese a las vacilaciones y los zizageos y las recordadas manifestaciones de importantes figuras del primer gobierno de la izquierda que aseguraron “que ningún militar iba a ir preso”, se tuvo la capacidad de dar igualmente las batallas necesarias a todos los niveles. Batallas que culminaron con la cárcel de varios terroristas de Estado, demostrando que la supuesta contradicción entre ganar el gobierno y afectar intereses poderosos alineados en las distintas variantes de las políticas de impunidad que transitó el Uruguay, era parte de una concepción política que no incorporó la totalidad de los elementos del escenario político, para ordenar adecuadamente sus comportamientos políticos. Al igual que consignamos esto, también afirmamos enfáticamente que no aspiramos a derrotar la impunidad y al mismo tiempo, derrotar al gobierno. No sentimos una especial aversión a lograr acuerdos con quien sea, si de ellos se avanza en la construcción de programas a corto, mediano o largo plazo, con los que se pueda construir una autentica cultura de respecto de todos los derechos humanos, donde las políticas publicas de los gobiernos juegan un papel importantísimo. Pero tampoco es admisible el silencio, ante los zigzagueos, las vacilaciones, los discursos confusos o claramente equivocados en torno a la defensa de los derechos humanos, que en nada contribuyen a los avances que se deben producir si realmente queremos ser un país de primera. No debemos olvidar que todos los niños recuperados, todos los represores presos, los restos de los desaparecidos recuperados, fueron esencialmente el resultado de una lucha desarrollada desde la sociedad civil y aun con la vigencia de la ley de caducidad. Es cierto que la sentencia de la Corte IDH, pareció hasta ahora como destinada a consolidar definitivamente esos avances y a motivar una acción mas comprometida y consecuente desde el Estado. En ese sentido, sin sacarle la gravedad de las recientes sentencias de la SCJ con relación a la ley 18.831, no estamos peor que en otros momentos. Entre otras cosas, porque: 1.- Se ha consolidado a nivel internacional un bloque de fuerzas institucionales y sociales en contra de las decisiones recientes de la SCJ. 2.- se ha derrumbado a nivel de un sector de la opinión pública, una percepción de que el tema del juzgamiento de las violaciones a los DD.HH estaba siendo resuelto satisfactoriamente. 3.- Contrariamente a lo que ocurría en el pasado, las represalias contra operadores del sistema judicial, motivaron una masiva repercusión social. 4.- A nivel del sistema judicial (Jueces y Fiscales), se ha producido un interesante bloque de desafío a las visiones mayoritarias de la SCJ. 5.- El cumplimiento de la Sentencia de la Corte IDH, obliga con mayor rigurosidad al gobierno, al desarrollo de políticas públicas en contra de la impunidad. 6.- El Uruguay desterró definitivamente, la ley de caducidad. 7.- Se incorporó con fuerza a nivel académico y del sistema judicial, la normativa internacional como fuente de fundamento de las decisiones judiciales. Nada de eso, justificaría dejar de desarrollar una consecuente lucha ideológica, ante las posiciones profundamente equivocadas de parte importantes sectores de izquierda nacional e internacional, sobre el rol que juega en la lucha por la liberación, levantar las banderas democráticas radicales que tienen como eje los derechos humanos. Ese, es uno de los desafíos que el movimiento sindical debe lanzar desde la tribuna de este 1º de mayo. Las ideas, llámense de izquierda o progresistas, se deben una reflexión profunda y seria sobre lo que significa, el ejercicio del poder estatal contra los objetivos socialistas y revolucionarios. Objetivos que deben tener siempre como base emancipatoria la mas profunda ampliación y profundización de los derechos individuales y colectivos. Los derechos humanos no fueron, no son y no serán un regalo de los Estados, sino siempre el producto de las luchas populares. Por eso deberían ser los ejes de los auténticos programas de liberación nacional. Ese es un desafió que tienen las organizaciones sociales y en especial, el PIT-CNT, de sostener esas banderas, incluso en contra del Estado. Desafió que no debe olvidar, el articular con el resto de las organizaciones sociales, para desplegar a todos los niveles esa batalla cultural e ideológica que haga inútiles las “murallas” que intentan marginarnos de los avances que la humanidad ha conquistado a fuerza de muchos sacrificios. En ese marco, dentro de pocos días, el 20 de mayo nuevamente deberemos llenar las calles y marcharemos para culminar en la plaza libertad diciéndole ¡Presente! a cada uno de nuestros desaparecidos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario