¿ES POSIBLE LEVANTAR LA CONSIGNA DE ARRIBA LOS QUE LUCHAN
EN LAS LIDES POLÍTICAS DE HOY?
Arriba
los que luchan es una vieja consigna y como tal tiene su historia de cómo nació
y porqué durante muchos años fue solitariamente levantada por la Resistencia
Obrero Estudiantil.
Según cuentan,
a fines de la década del 60. el éxito que había tenido una
expropiación economica, llevo a que Hugo Cores lo festejara al grito de ¡arriba
los que luchan! Y que Mauricio Gatti, entonces responsable de propaganda de la
FAU, la tomara en cuenta transformando aquella manifestación de entusiasmo, en una
consigna.
Esa
consigna y los colores rojo y negro, fueron un signo con el que muchos nos
sentimos identificados.
No es
mi intención hoy que la consigna casi se universalizo, y que el rojo y negro
puebla muchas banderas políticas y sindicales, incorporar una nueva versión de
su origen.
Lo
cierto es que existió y existe. La consigna en el pasado era callejera. Cobraba
vida y hasta sentido al calor de las luchas obreras y estudiantiles de los años
60 y 70. Era el santo y seña de una época donde se partía de la base de que
sólo la lucha a fondo generaba conciencia. En que la lucha radical era el único
desafío efectivo al sistema.
Es
cierto que al fragor de aquellas luchas se templaron y se forjaron en un
compromiso, casi sin límites, una generación de obreros y estudiantes. Pero
también es cierto que en el desarrollo de aquellas batallas, se aprendió que no
es solo la lucha lo que importa, sino, aquello que la hace posible, aquello que
nos lleva a sentir y vivir la necesidad de luchar por algo y tener la
organización adecuada para hacerlo.
Hoy que
las luchas obreras y estudiantiles, salvo en muy contadas oportunidades
adquieren el fragor de refriegas callejeras, la consigna puede parecer solo una
caricatura del pasado.
¿Es
posible levantar banderas con la consigna de arriba los que luchan en las lides
políticas de hoy?
Responder
a esa interrogante en medio de una realidad claramente teñida por una contienda
electoral, necesariamente nos obliga a hacerlo desde ella.
No nos
inclinamos a acotarla a un enfrentamiento exclusivo con las propuestas de la
derecha. Hacerlo, es quitarle a aquella consigna uno de sus atributos más
esenciales: la de ser el resultado de un desafío que se instala en el propio
terreno de la izquierda, que se proyecta más allá del presente inmediato.
La
lucha que en el seno de la izquierda, da la candidatura de Constanza Moreira,
tiene el merito –aunque muchos que la apoyen no le perciban claramente-, de ser
un desafió del hoy que debemos encarar necesariamente proyectándolo al futuro.
Lo que
hizo posible esa candidatura que se percibe desde una mirada de corto alcance
perdidosa, era la necesidad de luchar contra otra candidatura, contra otra
forma de concebirse de izquierda. En ese sentido, hoy es lícito el ¡Arriba los
que luchan!
Pero
una consigna que nació de una manifestación de entusiasmo, debe tener la capacidad
de generar nuevas energías, nuevos entusiasmos para los verdaderos desafíos que
una mirada de más largo alcance debe ubicar en el signo que finalmente adquiera
el tercer gobierno de la izquierda. Para ello, aún sin ganar en las internas,
ganarán las ideas de izquierda si ellas son capaces de darle la continuidad al
desafío de hoy. Entonces, también ¡ arriba los que luchan!
Raúl Olivera Alfaro
No hay comentarios:
Publicar un comentario